Masajes con aceites esenciales...

... a quién no le gustan? 

Porque además del placer que aportan son saludables para cuerpo y espíritu. 

El momento del masaje es especial, íntimo. Si el masaje es a uno mismo conseguimos que nuestra energía se active y circule por nuestro cuerpo... si compartimos el masaje con otra persona, viviremos un momento de intenso intercambio energético.

Esta práctica, si se realiza con preparados que contengan aceites esenciales, consigue: reducir el estrés, mejorar el sueño y la circulación, favorecer la flexibilidad de las articulaciones, eliminar toxinas y mejorar el sistema inmune. Entre otras cosas.... ¡así que manos a la obra!

NUESTROS ACEITES

Los aceites de masaje que elaboramos están compuestos por un aceite base al que se le añade un aceite esencial. En función de las propiedades de las que nos queramos beneficiar o del aroma que nos apetezca disfrutar, estos dos ingredientes irán variando.

Existen diferentes tipos de aceites de masaje de acuerdo a sus propiedades. Los hay terapéuticos, térmicos, sensuales o aromáticos. Cada uno de ellos contendrá un aceite base y un aceite esencial que lo dote de ese poder.

terapéuticos, relajantes...

Como aceite base, el que utilizamos más a menudo es el de almendras dulces por su extraordinaria cualidad hidratante. Este aceite es rico en vitaminas y sales minerales y es excelente para bebés y mujeres embarazadas.

Se recomienda que para pieles secas se aplique el aceite de almendras dulces, de cacahuete o de cacao.

Para pieles normales es adecuado el de almendras, maíz, sésamo, girasol, ricino y rosa mosqueta. Si la piel es grasa lo recomendado es el aceite de coco, de soja o de linaza.

Además de estos, se pueden utilizar otros muchos como el de aguacate o el de germen de trigo.

Una vez elegido el aceite base añadimos el aceite esencial, ingrediente que tiene mucho que aportar a este nutritivo masaje.
Con el aceite esencial adecuado (o la fórmula de más de uno), podemos tratar el reumatismo, los trastornos menstruales, el estrés, las estrías de la piel,  las inflamaciones, la retención de líquidos...

Además de las múltiples propiedades saludables que encontramos en ellos, también podemos simplemente disfrutar de masajes sensuales o relajantes (sin buscar el efecto terapéutico), en los que utilizaremos, por ejemplo, esencia de naranja, lavanda, melisa, canela o jengibre...

sensuales, aromáticos...

Por lo que te propongo que detengas el tiempo, desconectes por un momento del estrés y te des permiso para crear un espacio idóneo e íntimo ... un espacio para disfrutar de un masaje reparador y saludable.

Escucha a tu cuerpo, préstale la atención que requiere. El cuerpo nos transmite mensajes, nos habla para decirnos cuál es nuestro estado físico o emocional.
Y la mayoría de las veces no le hacemos caso, obviamos sus mensajes y le callamos con alguna pastilla mágica. Por eso es importante concedernos la licencia de parar a "sentirnos", a escucharnos... y a mimarnos.

Si precisas más información o quieres disfrutar de alguno de los aceites de masajes naturales, ponte en contacto conmigo.
El mundo de los masajes es amplio y maravilloso.

¡Disfrútalo, te lo mereces!